Una congregación de frailes capuchinos de Suiza buscaba hombres solteros y profesionales para integrar sus filas. Pusieron un anuncio en el periódico y la respuesta ha sido abrumadora: se han presentado veinte candidatos. Todo un éxito para esta orden que cuenta con 200 miembros en el país alpino, la mitad que hace quince años. No ofrecen ninguna remuneración salarial, sino “espiritualidad y oración”. Además, conscientes de los tiempos que corren, hacen prueba de una mayor flexibilidad.
“Es un compromiso para toda la vida y es difícil. Por ello, les ofrecemos la posibilidad de convertirse en frailes capuchinos de manera temporal, con un compromiso durante tres años”, ha explicado el portavoz de la congregación.
En el anuncio hacían un llamamiento a banqueros, periodistas, profesores, abogados y especialistas en comunicación, entre otros, de entre 22 y 35 años. Una manera de enriquecer y rejuvenecer la orden en el país, cuya media de edad está en los 70 años.
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