jueves, 7 de octubre de 2010

Historia de la orden franciscana en Pachuca (México)


Las nuevas generaciones tienen el derecho de conocer su entorno, labrado al paso del tiempo.En esto coincidió Álvaro Ávila Cruz, investigador, autor del libro "Los Frailes Descalzos de Pachuca, su Convento y Colegio", el cual fue presentado recientemente, en el auditorio Salvador Toscano.

Mencionó que documentar el pasado es una prioridad para revalorar los elementos que dan identidad propia a los integrantes de una sociedad y con ello resaltar su presente.

La estancia y trabajo de la orden de los monjes franciscanos en este territorio no sólo es de trascendencia local, sino también fuera de sus fronteras, ya que la obra evangelizadora dejó huella permanente.

El autor, maestro en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó el actual templo del complejo conventual franciscano.

Con base en el rigor metodológico, se dio a la tarea de indagar en los archivos correspondientes para desentrañar algunos secretos que enriquecen la historia de tal edificación.

El antiguo convento de San Francisco fue albergue de los dieguinos, miembros de la única provincia de franciscanos descalzos fundada en México, que a su vez nació de una reforma de la orden mendicante de los frailes menores que se dio en España, a mediados del siglo 16.

El edificio conventual, escribe Ávila Cruz en su texto, "aún con su obligada austeridad por regla franciscana de pobreza, fue, sin duda, la construcción colonial más importante de la actual capital del estado de Hidalgo.

"El edificio comenzó a construirse a finales del siglo 16 y en sus más de 400 años de existencia ha tenido momentos de mucha relevancia, de los cuales el más significativo fue su designación como sede para erigir en él el Colegio Apostólico de Propaganda Fide de San Francisco".

Respecto de lo anterior, el escritor señala: "cuatro han sido los momentos destacables: fundación del convento (1596), erección del colegio (1732), autonomía de este respecto a la provincia de San Diego (1771) y, finalmente, la exclaustración de sus frailes (1860)".

El investigador ratificó frente a la audiencia que atento le escuchó, que este edificio colonial es el más trascendente de la ciudad; "desde luego, la historia de su colegio, moradores, estudiantes y del trabajo desarrollado por los descalzos".

En la portada del volumen, editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) y el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo (Cecultah), se aprecia la imagen de "La estigmatización del Poverello", detalle de uno de los cuatro nichos de iglesia respectiva; fotografía a cargo de María Ignacia Ortiz.

Álvaro Ávila Cruz, licenciado en Derecho y en Administración Pública, labora desde 1987 en el Centro Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)-Hidalgo, donde puede ser adquirida o consultada su publicación.

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