La Iglesia Católica suspendió de sus funciones sacerdotales y destituyó como párroco al franciscano Erivan Messias da Silva, arrestado en la noche del lunes en la ciudad brasileña de Varzea Grande cuando salía de un motel con una adolescente de 16 años, informaron hoy fuentes eclesiales.
Agencias
La Archidiócesis de Cuiabá, la capital del estado de Mato Grosso (oeste) informó de la suspensión del franciscano en un comunicado en el que manifestó su "consternación y rechazo por el hecho ocurrido con una joven de 16 años".
"Ya notificamos de inmediato al interesado la suspensión del ejercicio del ministerio sacerdotal y la destitución (del cargo) de párroco de las parroquias Nuestra Señora Madre de los Hombres y Nuestra Señora de Guadalupe (en Cuiabá)", según el comunicado firmado por el arzobispo de Cuiabá, Milton Santos.
Da Silva, de 45 años, fue arrestado por la policía cuando salía de un motel en la compañía de una adolescente de 16 años con la que al parecer mantenía una relación sentimental desde hacía varios meses.
El religioso, que al parecer usaba el vehículo exclusivo de la parroquia para llevar a la joven a diferentes moteles, fue acusado formalmente del delito de violación de vulnerable, para el que la legislación brasileña prevé una pena de entre 8 y 15 años de prisión.
La comisaria Juliana Palhares, jefa de la División de la Defensa de la Mujer y de la Infancia en Varzea Grande, dijo que venía investigando al religioso desde hacía algún tiempo tras recibir una denuncia de que el fraile mantenía relaciones sexuales con una menor.
"La familia está sorprendida, porque ellos frecuentaban la parroquia y mantenían cierta amistad con el fraile. Entiendo que esa proximidad es suficiente para influenciar el consentimiento de la menor, que no tiene condiciones de impedir el abuso", agregó
Palhares dijo que esperó tres horas a que el sacerdote saliera con su acompañante del motel en Varzea Grande, ciudad separada de Cuiabá por un puente, para poder detenerlo en flagrante.
Según la comisaria, la adolescente estaba en condición de vulnerable debido a que el religioso ejercía cierto poder sobre ella por ser amigo de su familia hacía varios años y por tratarla como si fuese su padre o ascendiente. Aunque la edad legal de consentimiento sexual en Brasil es de 14 años, el fraile fue acusado formalmente del delito de «violación de vulnerable», ya que, según informó la comisaria Palhares, este ejercía cierto poder sobre ella y se comportaba como si fuera un ascendiente por ser amigo de su familia.
El fraile fue ingresado a un pabellón para presos especiales en el Presidio Central del Estado en Cuiabá.
En un caso como este, la legislación brasileña prevé una pena de entre 8 y 15 años de prisión.
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