lunes, 13 de septiembre de 2010

San Francisco Solano, vuelve el apóstol del Nuevo Mundo


Cientos de fieles cusqueños recibieron sus reliquias el fin de semana

CORREO PERÚ.COM

CUSCO. Verdadero Apóstol de América, tanto por la extensión de su labor como por la huella de su paso. San Francisco Solano se embarcó en un peregrinaje místico que incluyó buena parte de Sudamérica cuando acabada la conquista del imperio Inca, los misioneros de las distintas órdenes religiosas iniciaron la evangelización de territorios que comprendian desde el sur de Colombia hasta el norte de Chile y el noroeste de Argentina. Durante la primera hora evangelizadora, la orden franciscana resalta y entre los muchos misioneros que la integraron destaca el nombre de la figura de este franciscano.

Durante su largo viaje por América, Francisco Solano arriba al Perú en 1590 y atraviesa los andes por los valles de Jauja, Ayacucho y llega a Cusco, donde vive por algún tiempo en el convento de la Recoleta y en el convento de San Francisco y permanece hasta 1595. Su acción misionera por estas tierras llena crónicas inverosímiles. Cuentan algunas de ellas que el padre Solano solía visitar tribus guerreras y tan solo con la ayuda de la prédica evangélica y al son del violín o la guitarra conseguía que hasta los más hostiles le escuchasen.

Su vida penitente, sus trabajos y privaciones le fueron restando fuerzas y por ello se traslada a Lima, donde tras una breve enfermedad muere en 1610. Su entierro congregó a una multitud de personas que lo conocieron. El mismo año de su muerte comenzaron las informaciones sobre su vida y virtudes. Pronto el Papa Clemente X, en 1965, lo beatifica y Benedicto XII lo proclama santo en 1726.

Aniversario.

Este año, al cumplirse 400 años de la muerte del "Apóstol del nuevo milenio", sus reliquias llegaron al Cusco el último fin de semana y fueron recibidas en un ambiente de gran recogimiento y se le ofrecieron celebraciones litúrgicas.

Luego de ser recibidos en el aeropuerto Velasco Astete, el sábado, sus restos fueron trasladados a la catedral, donde el arzobispo Juan Antonio Ugarte ofició una misa en su honor. Posteriormente, se efectuó un pasacalle denominado "La alegría de tu vida", desde la catedral hasta el templo de San Francisco, donde durante la tarde se desarrollaron una serie de actividades de homenaje y procesión.

Ayer, domingo, en el templo de San Francisco se cumplió la celebración eucarística por la familia con la participación de padres de familia, alumnos y docentes del colegio San Francisco. A las 11:30 horas se efectuó la misa en honor a San Francisco Solano con la participación de las órdenes religiosas de Cusco. Finalmente, a partir de las 19:00 horas, se efectuó la celebración eucarística de despedida.

Despedida.

Las reliquias del santo serán despedidas hoy (ayer) a las 6:00 horas en el aeropuerto Velasco Astete y continuará su recorrido por diferentes ciudades del país donde la orden franciscana tiene presencia.

"Por su gran labor evangelizadora, especialmente en estas tierras, San Francisco Solano tenía dotes para la música y esa era su herramienta para llegar con cariño y paciencia a los indígenas y convertirlos al cristianismo, ese ejemplo es el que debemos seguir los nuevos frailes franciscanos y los jóvenes en general, continuar llevando el mensaje de Dios hasta lugares remotos como lo hacía nuestro santo", expresó el director del colegio San Francisco de Asís, Fray Juan Ramírez Perales, quien participó activamente en los actos de homenaje.

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