Las Obras Franciscanas, sin fines de lucro, nace en 2009 con la finalidad de: crear, organizar, promover, planificar, construir, administrar y desarrollar obras culturales y sociales a la luz del espíritu Franciscano, buscando la construcción de un mundo más fraterno y solidario
Quiénes Somos
Objetivos
- Promover: siempre la paz y el bien entre todos, especialmente entre los actores de la fundación; es decir, tanto beneficiarios como benefactores. Bajo el concepto de hermandad existencial donde cada uno/a es único, valioso e irrepetible.
- Promover: siempre la paz y el bien entre todos, especialmente entre los actores de la fundación; es decir, tanto beneficiarios como benefactores. Bajo el concepto de hermandad existencial donde cada uno/a es único, valioso e irrepetible.
- Trabajar para crear puentes y alianzas entre los que pueden colaborar y los que necesitan las ayudas. Intencionando la solidaridad como eje central de nuestro quehacer, atentos a las realidades que observamos y que nos interpelan a actuar concretamente a la luz del Evangelio.
- Propiciar el emprendimiento y el desarrollo integral de las personas, obras e instituciones, otorgándoles herramientas eficaces y eficientes para que puedan ser un aporte a la sociedad y se logre una real transformación de tantas realidades de injusticia e inequidad.
- Propiciar el emprendimiento y el desarrollo integral de las personas, obras e instituciones, otorgándoles herramientas eficaces y eficientes para que puedan ser un aporte a la sociedad y se logre una real transformación de tantas realidades de injusticia e inequidad.
- Gestionar con la comunidad confianza en nuestra gestión social, para lograr las mejores ayudas, cuidar de esa confianza con nuestra transparencia, avalada por balances sociales, informes trimestrales, auditorías e intervenciones a la gestión social de nuestras obras.
- Sostener en las obras la preocupación y promoción constante por el desarrollo integral de las personas, obras e instituciones a su cargo, y dar cuenta de su gestión social con la mayor seriedad y compromiso tanto espiritual, humana y material, donde todos se sientan transformados, llamados y movidos a actuar por el prójimo y el medio ambiente, siendo todo una hermandad universal
Valores
Solidaridad, Transparencia, Responsabilidad, Flexibilidad, Confianza, Coherencia, Libertad, Creatividad y Fraternidad.
Area Social
Las Obras Franciscanas busca a través del trabajo en red y solidario sin importar la condición social, cultural o religiosa, ayudar fraternal e integralmente a nuestros hermanos de escasos recursos y a los grupos más vulnerables de nuestra sociedad.
Desde 2009 y movidos por los vacios e injusticias que existen en nuestra sociedad estamos abriendo espacios de solidaridad que permitan salir de la pobreza a jóvenes de escasos recursos. Para ello son los Hogares para Estudiantes de regiones como el “Hogar Fray Luis Orellana”-
Hogar “Fray Luis Orellana”
El Hogar “Fray Luis Orellana” nace en 2009 para cubrir un vacio en la Capital en cuanto a residencias para jóvenes estudiantes de sectores vulnerables de nuestro país y que vienen a Santiago a estudiar.
Los estudiantes hacen un tremendo esfuerzo para pagar sus estudios en Centros de Formación Técnica, Institutos Profesionales o Universidades, y queremos apoyarlos brindándoles un hogar tranquilo, fraterno y seguro para que no deserten de seguir estudiando.
El Hogar les ofrece no sólo el alojamiento, también les proporciona la alimentación completa y un espacio tranquilo y fraterno para que puedan desarrollarse integralmente.
A pesar del terremoto del 27 de febrero, y de estar en plenas obras en el segundo piso del Hogar, lugar de las habitaciones, en estos momentos hay 12 residentes que comparten, se ayudan y se sienten familia en un espacio muy sencillo, pero que les brinda todo lo que necesitan.
El Hogar esta ubicado en la ex casa de Formación de los Hermanos Menores en el Patronato San Antonio, en calle Maule y es gracias al aporte de la Provincia Franciscana en Chile, que cedió el espacio, se pudo habilitar el Hogar y se puso en marcha, Con el correr de los meses y gracias al aporte de personas de buena voluntad se ha logrado sostener
No ha sido fácil, pero creemos en el proyecto, creemos en los jóvenes y nos sentimos felices de poder brindarles una oportunidad. Estamos seguros que este tiempo en el Hogar cambiará no sólo sus vidas, sino que estamos convencidos de que transformaremos su futuro y el de sus familias.
Queremos invitarlos a ser parte de esta transformación, a que juntos podamos ofrecerles una oportunidad, un espacio digno y fraterno a estos jóvenes que vienen llenos de ilusiones y anhelos por transformar sus duras y extremas realidades.
Somos conscientes de que estemos sembrando esperanza para el futuro al participar directamente en su educación hoy Creemos en que ellos se transformarán en hombres de paz y bien, en profesionales que trabajarán por construir una sociedad más justa y equitativa, un mundo mas solidario y fraterno para todos.
Ana Cruchaga De Hurtado
"Las manos juntas para orar, pero abiertas para dar"
Ana Cruchaga Tocornal, casada con Alberto Hurtado Larraín, vivió en Casablanca, a finales del 1890, tuvieron dos hijos, Alberto y Miguel Hurtado Cruchaga. En 1905, fallece su marido, lo que le significo serias dificultades económicas y la posterior venta de las tierras por poco valor, que eran el patrimonio familiar. Por ello Ana y sus dos hijos pequeños se trasladan a Santiago, y comienzan a vivir en casas de distintos parientes, sin tener una casa propia.
Una vez instalada matriculó a sus hijos en el Colegio San Ignacio y a pesar de las inmensas dificultades económicas, éstas jamás impidieron que Ana trabajara por los más pobres. Toda su labor social la realizó en el Patronato de San Antonio, fundado por el sacerdote franciscano Luis Orellana.
Con el correr de los años, su entrega fue aún mayor al abrazar la forma de vida de la Orden Franciscana Seglar, convirtiéndose en una hermana ejemplar para toda la Orden y sin duda alguna, fue su trabajo social y su compromiso franciscano, la primera escuela solidaria para el Santo de Chile que veía encarnado en su madre la consecuencia perfecta entre acción y oración. Cuántas noches de infancia y juventud vio San Alberto Hurtado a su madre dar hasta que duela, entre su casa y el Patronato de San Antonio y a pesar de su propia pobreza, siempre anteponer a los más pobres de los pobres porque ellos son el rostro de Dios; o desde la acción observar a fray Luis como un ejemplo, entre muchos modelos de entrega y amor por los más necesitados.
Hoy más que nunca resuenan las palabras que San Alberto, sobre todo aquellas que siempre repetía con tanto cariño a sus patroncitos, y que seguramente con admiración escuchaba de la boca de su madre, “Las manos juntas para orar, pero abiertas para dar”.
Queremos que el ejemplo de Ana, hermana franciscana, y mamá del Santo de Chile, nos anime y fortalezca en esta nueva obra franciscana y que sea su nombre el que de sentido y norte a esta casa de acogida para los padres y tutores de niños hospitalizados de Santiago en situación de vulnerabilidad, que sea un hogar abierto a la esperanza y a la superación del dolor.
Casa de acogida Ana Cruchaga
Una de los momentos más duros para el ser humano es la enfermedad. Se intensifica cuando ataca a nuestros seres queridos y, según los entendidos, es aún mayor si afecta a nuestros hijos. Si a esto le sumamos una situación de precariedad y pobreza, es fácil suponer que la desesperanza y el desamparo se apoderan de los padres justo en momentos que debieran dedicar toda su atención y apoyo a su hijo/a enfermo.
Es innegable que entre lo urgente y lo inmediato, como es el traslado desde regiones, la incertidumbre de la mejoría, el costo de la hospitalización, sumado al buscar alojamiento, procurarse la alimentación, etc., genera un desgaste completo de la familia, que, sin duda, repercute en el niño-paciente que se encuentra preocupado, asustado y desconoce como hacer frente a una enfermedad que se le presenta compleja y de alto riesgo.
Los médicos señalan la importancia que reviste para el paciente contar con familiares y redes de apoyo que garanticen su mejoría, que lo apoyen y acompañen con entereza en cada cirugía, postoperatorio, recuperación, tratamiento, etc,, y los padres, generalmente, la madre, abuela o tutor no cuentan con las herramientas y el apoyo necesario en medio de tantas preocupaciones.
Por eso nace la Casa de Acogida Ana Cruchaga, para brindar en primer lugar un alojamiento digno, que le permita a la madre, padre o familiar directo, dedicarse por completo a la recuperación de su hijo/a hospitalizados, en segundo lugar queremos también, ofrecerles un apoyo psicológico y espiritual, si así lo solicitan, y en tercer lugar ofrecer, en la medida de las posibilidades un apoyo al quehacer hospitalario público de la región metropolitana.
La Casa de Acogida “Ana Cruchaga”: Un hogar cálido y acogedor donde llegar a reponer energías, encontrar contención, consuelo, apoyo y protección en momentos de tanta vulnerabilidad al tener a sus niños hospitalizados y que están sufriendo enfermedades graves.
Area Patrimonial
Obras Franciscanas, a través del trabajo en red y solidario, sin barreras sociales o religiosas, busca cuidar del desarrollo humano, cultural, y espiritual de las personas, preservando el patrimonio cultural franciscano, como un aporte a todos los chilenos, en el entendido de que se trata de bienes que trascienden a la Orden y son parte de la historia y de la identidad de ciudades y comunidades a lo largo de generaciones. Hoy, nuestra prioridad es reconstruir cinco templos dañados por el terremoto del 27 de febrero. En Chile, la Orden tiene 21 presencias marcadas por la entrega no sólo de servicios pastorales, sino por la solidaridad y la cultura; de ellas debemos rescatar estas cinco, donde los Hermanos Franciscanos han seguido trabajando, pese a tener espacios restringidos para acoger a sus comunidades.
Cinco reconstrucciones urgentes
El templo de Limache, tiene daños severos, pero su integridad estructural es recuperable, según estudios profesionales que fijan el presupuesto en $153 millones. La parroquia Santísima Trinidad sufrió grietas, cortes y desprendimientos en su albañilería de ladrillo, que data de 1954. Los destrozos impiden que el templo sea ocupado por los fieles de Limache, para quienes siempre ha habido un completo servicio pastoral, que ha continuado pese a la adversidad. Esta iglesia es un elemento de identidad, además, para los limachinos. Esta presencia franciscana data de la década de 1820, cuando era un humilde hospicio.
Necesitamos seguir haciendo de portadores de paz y bien en una comuna que nos es querida.
En Santiago, no tiene la misma fama de San Francisco de la Alameda o de la Recoleta Franciscana, pero la Parroquia Patronato de San Antonio es el centro de un barrio que hace un siglo fue pionero en la acción católica y franciscana para promover a los más pobres y necesitados. Según un estudio realizado –como una generosa donación- por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Mayor, el templo no está utilizable, pues además de grietas importantes en el ábside, el coro y la arquería, todo el revestimiento interior (estuco) perdió adherencia de la estructura de ladrillo. Contamos con un completo estudio de planos y tendremos pronto el presupuesto de los daños. Hay una activa comunidad trabajando para la reparación de este templo y esperamos entregar luego las cifras para que siga en el tiempo el sueño de un profeta de la justicia social en Chile a principios del siglo XX, fray Luis Orellana, quien lideró la construcción del patronato y cuyos restos descansan al interior de este templo.
La iglesia de San Francisco de Mostazal sufrió daños graves en su estructura de ladrillo, en la techumbre y en el sector del presbiterio. El presupuesto de reparación es de $100 millones y corresponde a la reparación integral de grietas y cortes, más el reforzamiento de la actual estructura, sin alterar su tradicional fachada, la portada de San Francisco de Mostazal desde la década de1930. Se trata de la única presencia de la Iglesia Católica en una comuna del norte de la Región de O’Higgins que ya tiene 22 mil habitantes y que fue severamente afectada. Hay una fuerte acción pastoral, que va más allá de lo que comúnmente haría una parroquia cualquiera. La presencia franciscana data de 1851, y la comuna de San Francisco de Mostazal se creó en 1894. El actual escudo del municipio tiene en su diseño los brazos cruzados de Cristo y de San Francisco, de manera similar al escudo de la Orden Franciscana, lo que da cuenta de la fuerte identidad entre el templo, más allá de las adhesiones religiosas, con el pueblo.
La iglesia de San Francisco de Parral tiene un daño severo en su campanario. Se necesita una intervención que lo refuerce con acero y reparar la grieta que presenta. El presupuesto es de $23 millones. Estructuralmente el templo está bien, pero necesitamos dar plena seguridad a los Hermanos que viven junto a la iglesia, a los fieles y a la comunidad. Así continuará lo que ha sido un tradicional centro misionero y solidario que se remonta a fines del siglo XIX.
Cerca del epicentro del terremoto, los Hermanos Franciscanos de Parral reforzaron su trabajo de ayuda espiritual, material y humana a una población muy damnificada. Con menos espacio, han seguido ofreciendo su asistencia a tres comunidades de base urbanas y 22 comunidades católicas rurales, con un activo voluntariado que ayuda a los más pobres con un comedor solidario y con ropa.
La Iglesia San Francisco de Chillán tiene valor patrimonial, social, cultural y espiritual, y es el proyecto que representa el mayor desafío para su reparación en términos profesionales, de trabajo y presupuesto: $261 millones. La primera piedra del templo actual se puso en 1907. Los planos originales son del arquitecto italiano Eduardo Provassoli, pero la terminó el equipo del arquitecto francés Víctor Auclair en 1937. Ya en el gran sismo de Chillán de 1939 el edificio perdió su cúpula. El terremoto del 27 de febrero de 2010 prácticamente perdió su fachada, y la mayor parte de los daños en la estructura se presentaron en el eje Norte-Sur, con agrietamiento de los muros de hormigón o desprendimientos por corte de vigas. También contribuyó al nivel de daños el hecho de que gran parte del “esqueleto” de acero del templo es liso y corresponde a perfiles de gran dimensión, separados entre sí. Providencialmente, la nave central está estable. La iglesia tiene 70 metros de largo, 23 de ancho (32 en el crucero) y una altura en la nave central de 18 metros. Es el centro de la activa labor de culto, solidaridad, capacitación y cultura que llevan a cabo los Hermanos Franciscanos de Chillán, quienes desde 1585, sólo cinco años después de su primera fundación, han acompañado a los chillanejos a lo largo de una historia marcada por las reubicaciones y reconstrucciones de toda la ciudad por guerras y cataclismos, tanto en la etapa colonial como en la republicana de Chile, siempre saliendo adelante.
También nos importan
San Francisco de Alameda: la tradicional postal de Santiago, con sus cuatro siglos de historia, soportó bien estructuralmente el terremoto, pero requiere una inversión para renovar su altar mayor y reparar los revestimientos que se desprendieron en el interior del templo y del convento. Es Monumento Nacional desde 1951.
Iglesia y Convento San Francisco de Cerro Barón: El templo que dio a Valparaíso el apodo de “Pancho” sufrió daños que afectan el patrimonio de la ciudad y del país, a causa del incendio del 3 de septiembre de 2010. Justo se estaba trabajando en su mejoramiento para el Bicentenario cuando ocurrió el siniestro que arrasó con el techo, las naves y gran parte del interior de esta iglesia que forma parte del alma porteña. La estructura data de 1851 y se terminó en 1892. La fachada también es de Eduardo Provassoli. El conjunto es Monumento Histórico Nacional desde 1983.
COMO COLABORAR
Depósitos:
Banco Santander Santiago
Cuenta Corriente Nº 629 29 685
a nombre de Obras Franciscanas.
Trabajo voluntario:
Donaciones:
OBRAS FRANCISCANAS.
Paseo Bulnes 79, piso 9, oficina 90.Santiago
Teléfono: (56 2)673 5985
QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR. USTEDES SON PERSONAS DE LUZ EN ESTE MUNDO. QUE DIOS SIGA CON USTEDES. M.R.R.
ResponderEliminar